Es la protrusión o salida al exterior de algún órgano intrabadominal, a través de un de una zona de debilidad.
Síntomas
• abultamiento en el área inguinal que se hace más notorio cuando estás erguido y especialmente al toser o realizar algún esfuerzo.
• Una sensación de ardor o de dolor en el área del bulto
• Dolor e hinchazón alrededor de los testículos cuando la parte sobresaliente del intestino desciende e ingresa al escroto.
Causas
• Aumento de la presión dentro del abdomen
• Un punto débil preexistente en la pared abdominal
• Esfuerzo al defecar u orinar
• Actividades que impliquen realizar esfuerzos o levantar objetos pesados
• Embarazo
• Tos o estornudos crónicos.
Datos de urgencia
Si no puedes empujar la hernia hacia adentro, sus contenidos pueden quedar atrapados (encarcelados) en la pared abdominal, lo que interrumpe el flujo sanguíneo hacia el tejido que está atrapado y esto debe tratarse de manera urgente por que tiene complicaciones severas.
Tratamiento
El único tratamiento de la hernia inguinal que resulta efectivo es el quirúrgico.
Hace años se planteaban tratamientos conservadores con fajas, cinturones o “bragueros”, para evitar la cirugía e intentar que la hernia no aumentase de tamaño a base de realizar una presión continua en la zona. Sus efectos fueron negativos, ya que los músculos de la pared abdominal se relajaban y el orificio de la hernia perdía tensión, lo que hacía que la hernia fuese más grande.
El tratamiento quirúrgico actualmente puede manejarse como cirugía ambulatoria, es decir, se puede realizar en un solo día sin necesidad de permanecer ingresado en el hospital.
Existen muchas técnicas para realizar la operación y mediante una consulta médica se podrá elegir la más adecuada ya que deben tomarse en consideración varios factores.